En una luminosa pero muy fría mañana, en el estanque de la Subdelegación del Gobierno, en el paseo de la Victoria, de Córdoba, la Delegación Provincial de la Real Liga Naval Española ofreció a los niños cordobeses el habitual espectáculo de los barquitos navegando por las aguas del estanque, que a ellos se les figuraban procelosas ondas del mar.
Y bien que lo parecía, pues el gélido viento rizaba las de común tranquilas aguas, haciendo cabecear los modelos navegables más de lo conveniente, hasta el punto de que uno de ellos protagonizó un curioso naufragio, siendo salvado por el piloto, que afortunadamente calzaba botas-peto de pescador de caña, y se adentró en el estanque para salvar el pecio cuando ya estaba reposando en el fondo del estante, que afortunadamente solo tiene 50 ctm. de fondo.
Pero susto aparte, toda la jornada fue un disfrute para los pequeños espectadores, y sus papás, que se deleitaron con las evoluciones de los modelos. Los pequeños pudieron, como siempre, terminar la jornada manejando las emisoras que gobiernan loas maquetas navegables, y sentirse un poco capitanes de barco. Quizás a más de uno fuera la semilla para futuras vocaciones marineras.
