En los Astilleros Nereo, de Málaga, tuvo lugar el pasado 5 de junio, la colocación de la quilla y el codaste del “Galveztown”, presidida por el C.A. Don José A. González Carrión, director del Instituto de Historia y Cultura Naval. Asisten el Comandante Naval de Málaga, Coronel Jefe de la Guardia Civil, diversos representantes de entidades cívicas, y miembros de la Real Liga Naval Española.
Es la réplica del bergantín en que Bernardo de Gálvez iniciara el 18 de marzo de 1781 aquella penetración en la bahía de Panzacola “el solo”, seguido por la balandra “Valenzuela” y dos cañoneras, proclamando aquella frase “el que tenga honor y valor que me siga. Yo voy por delante para quitarle el miedo”, y empieza a mostrar sus formas en las bancadas del astillero malagueño.
Bajo la dirección de Don Francisco Fernández González, Director del Gabinete de Historia de la Ciencia y Tecnología Navales del Museo Naval de Madrid, las cuadernas del mítico bergantín irán levantándose formando el esqueleto del barco, que se espera tener terminado para finales noviembre de 2016. Los troncos de roble venidos de orillas del Mississippi, obsequio del pueblo americano, ya están produciendo las piezas que se amontonan en el patio del astillero, en espera de su montaje en la recién estrenada quilla.
Se espera que en el plazo de dos años, el “Galveztown” renacido, pueda surcar las aguas rumbo a la moderna Pensacola, pues como dijo el Almirante González Carrión, no es un barco de museo solamente, que también, sino un vehículo de cultura, historia, muestrario de nuestros productos y embajador de nuestra nación, que visitará al pueblo americano al que ayudó a lograr su independencia.
El acto de la puesta de quilla y codaste, comenzó con unas palabras de Alfonso Sánchez-Guitard, dando la bienvenida y agradeciendo al Instituto de Historia y Cultura Naval de la Armada, la dirección y supervisión técnica e histórica de la réplica del bergantín y el barco fenicio, actualmente en desarrollo en el astillero Nereo.
Seguidamente, el C.A. González Carrión, Director del Instituto de Historia y Cultura Naval, habló sobre la gesta de Bernardo de Gálvez, haciendo hincapié en el poco conocimiento por parte de los propios españoles, del papel que jugaron durante la Guerra de Independencia Americana. De hecho, recalcó, fue uno de los primeros pactos de unión hispano-americanos.
A continuación tomó la palabra un representante del Ayuntamiento de Macharaviaya, por indisposición de su alcalde, quien se congratuló por que este acto ensalzaba la gloria de su paisano Bernardo de Gálvez, y le sucedió en el uso de la palabra el Sr. Fernández González, ingeniero naval que lleva toda la dirección constructiva, quien se extendió en datos sobre este proyecto, ya realidad en camino. Finalizó la propietaria de los astilleros Sra. Viuda de Sánchez-Guitard, quien agradeció a todos su presencia y cuanto ello significaba en homenaje a la memoria del ausente Juan Antonio, que tanto empeño puso en esto que hoy se celebraba.
Se procedió a colocar la cuña de ensamblaje de la quilla, dando los primeros golpes de mazo el Almirante González Carrión, siguiéndole los principales invitados al acto, e inmediatamente, un miembro de la Real Liga Naval Española izó la bandera americana de la Revolución de las trece colonias independizadas, como homenaje a los caídos en misiones de paz de la Armada Española, y los civiles en defensa de las libertades y derechos ciudadanos, a la vez que como símbolo histórico de aquel espíritu fraterno entre España y Estados Unidos.
