Ciclo sobre la medida del tiempo y el arte de navegar. Marzo a Junio de 2015. Conferencia “Relojes, tablas y arte de navegar”

El día 27 de abril de 2015  tuvo lugar, en la sede de la Real Liga Naval Española,  la conferencia impartida por D. Manuel Sellés García  “Relojes, tablas y arte de navegar” que forma parte del ciclo sobre “La medida del tiempo y el arte de navegar”

Comenzó el conferenciante mostrando el grave problema que para la navegación significaba la imposibilidad de conocer o calcular la longitud.  Particularmente grave era esta situación en la navegación oceánica y concretamente en el Pacífico donde, por añadidura, se añadía la dificultad de la errónea longitud que, según el  mapa, poseían las islas.  Se decía que en el Océano Pacífico, una vez alcanzada una isla era imposible volver a ella.

Era perentorio, pues,  conocer un método para la determinación de la longitud desde una embarcación que, en todo caso, consistiría en la determinación de la diferencia horaria entre el meridiano tomado como referencia, meridiano origen,  y el meridiano del lugar donde se encuentre la nave.

Pronto se vio la inutilidad  de un reloj de péndulo bordo de un barco y ello a pesar de la insistencia de Huygens el inventor de este tipo de reloj que alcanzó una excepcional precisión en Tierra.

El conferenciante  destacó dos sistemas  de medición de la hora a bordo de una embarcación. Uno de ellos basado en los relojes mecánicos que podrían mantener la hora  del meridiano origen si poseían suficiente precisión y otro que se apoyaba en la medición de las distancias de la Luna a las estrellas de la zona zodiacal, que es la zona por donde aquella transita.

El conferenciante presento el desarrollo de ambos métodos ambos de total corrección científica. El primero de ellos protagonizado por un artesano carpintero, John Harrison,  y el segundo por el Director del Observatorio de Greenwich, Nevil Maskelyne.

La búsqueda de un método fiable para determinar la longitud a bordo de un barco fue impulsada por decretos reales dictado desde España con Felipe III, Holanda, Francia e Inglaterra,  el más reciente, motivado por el desastre de las islas Sorlingas (Isles Scilly) al oeste de Cornualles, donde, en octubre de 1707, se hundieron cuatro barcos y perecieron cerca de 3000 marinos ingleses por error en el cálculo de la longitud y error en las cartas.

El premio establecido en 1714 compensaba  con 20.000 libras a quien propusiera una solución al problema.

Harrison desarrolló cuatro relojes que podían satisfacer los requerimientos  del premio pero no eran viables a bordo de los barcos Los tres primeros pesaban unos 40 Kg y el cuarto, el H4, que pesaba 1,4 Kg  dio un resultado satisfactorio en su viaje a Jamaica.

Por otro lado, se desarrollaba el conocimiento de la hora con el método de las distancias lunares preconizado por Maskelyne quien recibió un notable impulso con las tablas de Mayer que daban las distancias lunares.

El método del reloj tropezó con el excesivo costo del modelo H4 y el de las tablas lunares  no pudo ser realmente operativo hasta la implantación del sextante con su sistema óptico que permitía bajar la estrella al horizonte.

El método de  las distancias lunares fue durante años el método usado por los marinos si bien requería un cálculo sumamente complejo que reclamaba  largas horas de cálculo. Fueron destacables las tablas de Mendoza y Ríos que permitieron reducir notablemente el  tiempo de cálculo. Este método tuvo una prolongada vigencia hasta que se  logró  abaratar  los relojes, relojes de Larcum Kendall, que fueron  sustituyendo  al método de las distancias lunares a partir del comienzo del Siglo XX.  Los relojes tipo Kendall han permanecido como base de determinación de la longitud hasta avanzado el Siglo XX cuando se introdujo el sistema global de posición GPS.