La delegación de la RLNE en Andalucía realiza un crucero por el mediterráneo

El día 8 de noviembre, un numeroso grupo de socios de la Delegación de Andalucía, embarco en el “Sovereign” en el puerto de Málaga. Bajo la dirección de nuestro Delegado Regional, y con la supervisión del Capitán Antonio Toledo, socio también de la Real Liga Naval Española, pusieron rumbo a la isla de Cerdeña, donde rindieron la primera singladura de este periplo.

La segunda noche a bordo, se celebró la “Cena del Capitán”, en la que cinco de los socios, ataviados de rigurosa gala naval, y sus esposas, compartieron mesa con el capitán de la nave Don Amadeu Albuquerque, mientras el resto del grupo se situaba en dos mesas contiguas. Aprovechamos la ocasión para imponer la Medalla del Ancla de Oro a Luis Marín Frías, quien, por coincidir con la Cena de Hermandad, de Madrid, en esas fechas, no podía hacerlo ahí.

Al día siguiente el Sovereign atracó en Cerdeña, que fue visitada por todo nuestro grupo, saliendo a la tarde para Civitavecchia. Allí nuestro Delegado Regional organizó el transporte hacia la Ciudad Eterna, donde les condujo a los lugares más emblemáticos. Por supuesto la primera parada fue en la plaza de San Pedro, para oír al Papa Francisco, visitar la Piazza Navona, deleitándose con la fontana de Bernini, y el Panteón con las sepulturas de Rafael y Victor Manuel. A continuación hasta la Piazza Dí Spagna y Trinita dei Monti, para seguir a la fontana di Trevi, para cumplir con el rito de arrojar las tres monedas de espalda y sobre el hombro.

De nuevo en el autocar, un recorrido por la via del Corso, para pasar por la piazza Venecia ante el Altar de la Patria, y luego dirigirnos al Coliseo y el Arco de Constantino, donde dimos por terminado el recorrido por Roma, enfilando la autopista que nos llevaría a Civitavecchia y nuestro barco.

Tras una noche de navegación, atracamos en Ajaccio, la patria corsa de Napoleón, en la que visitamos la casa natal del guerrero, así como el museo, la biblioteca Fesch, y la catedral, llevándonos luego un autocar hasta la torre de la Parata, para contemplar las Iles Sanguinaires. De regreso a bordo, poco después emprendíamos la navegación hacia Palma de Mallorca.

En la mañana, la bahía de Palma se abría ante nosotros, ofreciéndonos la belleza del entorno. Listos para bajar a tierra donde nos dirigimos al Club Náutico, donde nos atendieron maravillosamente en cuanto les dijimos que éramos miembros de la Real Liga Naval Española.

La mañana siguientes, después de una navegación nocturna plácida como todo el periplo, la costa valenciana veiamos ante nosotros. La estancia iba a ser corta, pero la aprovechamos para visitar la Ciudad de las Artes o el Acuario, que nos encantó a todos por su variedad y magníficas instalaciones.

Y a la tarde embarcó con nosotros nuestro consocio el capitán Antonio Toledo, con lo que celebramos una nueva “cena del capitán”, vistiéndonos de gala, e imponiendo a Antonio la Venera de 5 años de antigüedad, más que nada como agradecimiento por todas las atenciones que ha tenido con nosotros en la gestación de este crucero de Pullmantur.

Y tras una noche navegando a la vista de costa, que algunos pasamos recordando nuestras navegaciones, identificando faros y poblaciones costeras, recalamos en la bahía de Málaga, donde al atracar el Sovereign, dio fin nuestro inolvidable crucero, en el que tantas amistades se han reafirmado, y tan buenos días de mar y vientos hemos disfrutado.