El pasado jueves 26 de Mayo, a las 1930, como acto de recuerdo y homenaje a los defensores del fuerte del Olivo de Tarragona durante el asedio que sufrió este, y que culminó en el asalto nocturno entre el 28 y 29 de Mayo de 1811 por parte de las fuerzas napoleónicas del general Salme, se ofreció una corona de laurel al lado de la placa que conmemora dicha defensa en el monte del Olivo de la ciudad.
Este evento ha sido organizado por la Asociació Setge de Tarragona 1811 y por la Associació de Veïns de l’Oliva, como se ha estado realizando los últimos años y con creciente asistencia de público. Dio comienzo con la colocación de la corona, y seguido de diversos parlamentos de los organizadores y con una descarga de fusilería del grupo de reconstrucción histórica Milicies Urbanes de Tarragona y posterior desfile de estos.
Asistieron representantes del Ayuntamiento, subdelegación de Defensa, grupo municipal de Ciutadans y su diputado tarraconense a Cortes, y otras entidades; asimismo asistió nuestro delegado provincial RLNE, Emilio Mateu junto a otros socios de la RLNE.
Como colofón, el historiador vállense Francisco Murillo disertó sobre las acciones previas y asalto final del fuerte, con la ayuda de unos croquis y ante la vista del campo de batalla.
Resaltar que la ciudad cayó un mes más tarde ante el ataque de las fuerzas del general Suchet, el cual fue ascendido a mariscal por esta victoria. También notar la escasa repercusión histórica a nivel nacional de la defensa de la ciudad con el general D. Senén de Contreras al mando, y con fuerzas de varios regimientos como Iliberia, Almansa, Almería, Saboya, América etc, Voluntarios de Zaragoza y de Gerona, y Milicias Urbanas de la ciudad; y con el apoyo de fuego naval, suministros y evacuaciones por parte de la Royal Navy británica. Según algunas fuentes, hubo unos 5.000 muertos y 9.000 prisioneros. Notar que las ciudades de Zaragoza y Gerona, con famosas defensas ante las fuerzas napoleónicas, dieron nombre a dos fragatas de la Armada en el siglo XIX, no así Tarragona. Un reconocimiento a los sufrimientos de la ciudad y sus defensores en 1811 podría ser el que una nueva fragata llevase el nombre “Tarragona”.