Un equipo de la Real Liga Naval Española ha localizado este fin de semana el pecio de un importante naufragio histórico en el bajo O Batel en la zona de la Virxe do Monte de Camariñas. Son tres cañones de hierro y bronce que balizan el pecio del transporte militar Las Dos Cathalinas, del Reino de Nápoles, naufragado el 18 de mayo de 1783. Este bergantín de gran porte llevaba soldados franceses de 7 regimientos que habían participado en la guerra contra Inglaterra a raíz del conflicto por la Independencia de los Estados Unidos. Un marinero de Camariñas había comunicado al delegado de la RLNE en la Costa da Morte, Rafael Lema, la posición de un depósito de cañones en la zona de la Virxe do Monte. Este fin de semana Lema al frente de otros voluntarios de la entidad se desplazó al punto y tras efectuar una grabación y cotejar documentos pudo descifrar el secreto del nuevo hallazgo. Se trata de dos depósitos de cañones que marcan la zona rocosa en donde se halla el pecio, a unos 20 metros de la costa y 5 metros de profundidad. En uno de los puntos el grupo localizó un cañón grande encima de otro más pequeño. Otro cañón largo de más de 1,70 metros se halla más cerca de tierra y es el que en principio podría correr peligro de ser expoliado. Son armas de artillería embarcada características del siglo XVIII, posiblemente de fábrica francesa, de hierro y bronce. Uno de los cañones se halla bastante atacado de “arneirón”, y en los tres casos las piezas están fijadas a las rocas debido al tiempo trascurrido; y por tanto con los dos problemas habituales en este tipo de objetos, las alteraciones galvánicas por el contacto entre distintos metales y las deposiciones calcáreas que causa la solidarización de los objetos al fondo. Ahora, el delegado regional de la RLNE José Manuel Pato comunicará a las autoridades el hallazgo y solicitará algún tipo de intervención para proteger el patrimonio.
Un temporal y las fuertes corrientes de la entrada de la ría llevaron el barco a los bajos de O Batel, causando 8 muertos, que fueron enterrados en Camariñas. 7 soldados galos y un marinero siciliano. En el libro “Costa da Morte, un pais de sueños y naufragios” de Rafael Lema publicado en 2011, se catalogó por vez primera este naufragio, tras el hallazgo por parte del autor de la referencia en el Libro Sacramental nº 16, 1714-1819, del Fondo Parroquial de Camariñas del Archivo Histórico Diocesano de Santiago de Compostela. Allí el 18 de mayo de 1783 el párroco de Camariñas José Antonio Pedreira Ron y Lanzós anota el entierro de las víctimas de la embarcación napolitana que venía desde Cádiz a Brest transportando tropas francesas de regreso de la guerra contra Inglaterra. Ese día el cura da entierro a Antonio Peché, soldado del regimiento de Languedoc. Otros fueron atendidos, malheridos, en Camariñas, y propiciaron un lento goteo de muertes. El 9 de junio entierra a Francisco Penabelt, soldado del regimiento de Metz. El 16 a Bartolomé Poter, de Villaverni, provincia de danfoss; del regimiento de Rovengué, compañía de Bounizben. El 19 muere Juan Bautista Ledec, soldado del regimiento de Lusanie, compañía de Lavoisiere. El 23, Miguel Robert, del regimiento de Nustrie, compañía de Lagrange. El 25, Miguel Massanet del regimiento de Dangomois, compañía de cazadores, natural de Lieso. El 27, Joseph Merrangallo, casado, natural de la ciudad y obispado de Frapani en las Sicilias, uno de los marineros de la tripulación. Y el mismo día fallece a causa de las heridas Santiago Peyronnet, soldado del regimiento de Bivaset, compañía de Fontanelli.
Las Dos Cathalinas era un bergantín de cierto porte, contratado como trasporte militar, y sus medidas podrían ser 44 metros de eslora y 11 de manga, con unas 600 toneladas. Podría llevar algunas piezas de artillería de 4 o 8 libras, hasta una docena como precaución, ya que en este caso primaba la capacidad para llevar a sus casas a veteranos de una larga guerra en varios continentes. Una campaña arqueológica sobre el pecio aportaría nuevos datos. En caso de bergantines al corso podían llevar hasta 18 cañones de 24 libras, y carronadas. El Reino de Nápoles aportó al conflicto con Inglaterra de 1779 a 1783 tartanas, saetías y otras embarcaciones, para el trasporte de pertrechos y tropas españolas y francesas, aliados en el conflicto y vencedores del mismo. Se usaron en el bloqueo de Gibraltar y en el ataque a Argel. Por ello, estos soldados franceses que regresaban de la Guerra de Independencia Norteamericana utilizaron uno de estos transportes surtos en Cádiz y al servicio de España. En este barco venían soldados de al menos siete regimientos: Languedoc, Metz, Rovergué, Lusanie, Dangomois, Nustrie, Bivaset. Y sus compañías de cazadores o infantería de línea. Cada regimiento tenía dos o tres compañías, pero en este caso estarían muy mermados, o serían sus heridos los que regresaban. No sabemos el numero exacto de embarcados pero podrían pasar de 600 hombres. Por suerte el número víctimas no fue alto. La cercanía de la costa y el auxilio de los vecinos y de la cercana virgen propiciaron el rescate.