La delegación de Cataluña de la RLNE visita el buque USS PHILIPPINE SEA

El pasado mes de octubre, la Delegación en Cataluña de la RLNE, (Real Liga Naval Española) que preside D. Francisco Sánchez Jurado, organizó una visita a este crucero lanzamisiles codificado CGHM, en unión con la Liga Naval Americana,  durante su estancia en Barcelona, al regreso de una comisión de nueve meses por aguas del golfo Pérsico, mar Rojo y Mediterráneo oriental, encuadrado en las V y VI Flotas,  ofreciendo cobertura al Grupo de Operaciones encabezado por el portaaviones CVNM George H.W. Bush.

No era está la primera visita del Philippine Sea a la ciudad,  recordamos su paso por estas aguas en 1996, 1998 y 2001;  en 1996 era  un buque novedoso, el 7º de la clase Ticonderoga, formada por 22 unidades construidas entre 1984 y 1994, en dos astilleros diferentes, Ingalls Shipbuilding en Pascagoula y Bath Iron Works en Maine.

Su nombre, el segundo buque en ostentarlo, el primero fue un portaaviones, el 26 de la clase Essex entre 1945-1958, desguazado en 1969; recuerda la batalla naval del Mar de Filipinas acaecida en Junio de1944, que enfrentó a los almirantes Ozawa contra Mitscher,  en el curso de la cual la marina imperial japonesa perdió tres portaviones (Taiho, Shokaku e Hiyo) y unos  600 aviones.

En el 2014, el Philippine Sea obra del astillero de Maine,  celebro su 25 aniversario en la US Navy, edad  atípica en esta marina, que suele considerar viejos los buques con más 25 año, su permanencia en servicio se justifica por su elevado precio y la necesidad de amortizarlo.

Su tamaño más propio de un crucero de la Segunda Guerra Mundial, con sus 9.754 tm y unas dimensiones de 173x17x10 m,  está propulsado por 4 turbinas GE LM2500  con 80.000 HP de potencia, que le imprimen una velocidad  de unos 30 nudos; está tripulado por 330 personas lo que indica un alto grado de automatización,  un buque de este tamaño antiguamente requería una dotación triple.

Mención aparte merece el sistema AEGIS, se  caracteriza por sus grandes paneles hexagonales que alojan el radar plano AN/SPY ,  asegura la total cobertura volumétrica y el recubrimiento anicónico de las superestructuras, fuertemente influenciadas por la arquitectura Stealth, El armamento está compuesto principalmente por dos plataformas VLS situadas a proa y popa,  con 32 silos  para diversos tipos de misiles, tales como los Tomahawk, Sparrow, Standard y Harpoon. Otra peculiaridad aparte del conocido Vulcan Phalanx, son sus dos cañones Mk45 de 127/50 mm, situados en crujía, análogos a los de la clase Bazán, al igual que los MK38 de 25mm dirigidos por control remoto, proliferando  en  cubierta y aletas  montajes ligeros protegiendo a sus sirviente con paneles de kevlar.

El vector aérea está formado por dos helicópteros Seahawk en versión A/S, auxiliando el a pontaje mediante el conocido sistema RAST, común a  nuestras fragatas. Tanto pilotos como personal de mantenimiento procedían del portaaviones G.H.W. Bush, último de la clase Nimitz, siendo conocido como escuadrón Spartans, quienes, muy amablemente, nos ofrecieron todo tipo de explicaciones.

La  clase, que está comenzando a sustituir a los Ticonderoga, conocida como Raleigh Burka estará formada por 68 unidades, de tamaño más pequeño y  económico, modelo en el que están basadas las españolas Alvaro de Bazán.

La visita, fue correcta y agradable  de la mano de un suboficial, comprendemos  que el buque no se encontraba en su mejor momento después de 270 días fuera de su base, de los cuales solo toco en cuatro puertos con tres días de estancia en cada uno,  no cabe duda que el Philippine Sea  es  para los españoles un nombre entrañable, que recuerda épocas pasadas, especialmente en Barcelona, cabecera  del cordón umbilical que unía España  con las islas Filipinas a través de la Compañía Trasatlántica, por ello no sorprende el interés que suscito la visita.

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