Conferencia de Carlos Cordón Scharfhausen sobre los “Peligros y singularidad de la navegación en aguas de la Antártida”

El día 3 de diciembre de 2014  tuvo lugar en la sede de la Real Liga Naval Española  la conferencia impartida por D. Carlos Cordón Scharfhausen “Peligros y singularidad de la navegación en aguas de la Antártida”.

El conferenciante, Capitán de Navío y actualmente Director de la Escuela Militar de Idiomas de la Defensa, expuso, con claridad y excelente documentación, las principales dificultades con las que, en la actualidad, tropieza la navegación en aguas de la Antártida. Se apoyó para ello en sus propias vivencias a bordo del buque de investigación oceánica Hespérides  considerado como uno de los mejor equipados entre los que allí operan. La zona de navegación fue, principalmente, la comprendida entre la península de Hurd de la isla Livingston, donde está la estación Juan Carlos I y la cercana isla volcánica Decepción en cuyo interior se encuentra la estación Gabriel de Castilla.

Destacó aspectos concretos como sucede con el repentino descenso de la temperatura que puede bloquear y destruir el barco como le ocurrió al “Endurance” de Shackleton a escasos kilómetros de su destino, la imprevista aparición de témpanos  que pueden arrastrar la nave fondeada e incluso dejarla sin anclaje, aunque se dispusiera de posicionamiento dinámico, como puede suceder si se navega en el entorno de la isla Decepción que al ser de origen volcánico presenta bruscos cambios de profundidad. Otra seria dificultad para la navegación  es la carencia de una fiable previsión meteorológica que afecta a esta zona del mundo y que se hace sentir acusadamente dado el brusco cambio de las condiciones ambientales que suele suceder en esa zona. Estas circunstancias exigen una permanente situación de alerta  con el consiguiente impedimento para el descanso. Pero lo importante es la actitud ante esa acumulación de riesgos y puso como ejemplo la adoptada por el citado Shackleton que logró llegar la isla chilena de San Pedro  tras una navegación de 16 días en una diminuta y rudimentaria embarcación de vela.

Es misión del Hespérides, que posee un notorio y redundante equipamiento de seguridad y particularmente de prendas de abrigo, proveer de todo lo necesario a las bases Juan Carlos I y Gabriel de Castilla y a sus residentes, pero además es un barco de investigación que posee 5 laboratorios, donde trabaja el personal científico.

Terminada la exposición,  se inició un interesante debate centrado en preguntas como las dificultades de fondeo, la toponimia inglesa de la cartografía, la colaboración con efectivos de otras bases, la dotación de instrumental del Hespérides, la recepción del sistema GPS y la extrema variación de la declinación magnética. Particularmente interesante fue la exposición acerca de las eventuales tensiones humanas derivadas de la estrecha y prolongada convivencia, en un reducido espacio, de personal con formación militar y personal civil de investigación.