Escrita a base de diálogos, con pocas descripciones y excursos morales, “Riquelme” fluye como las mejores novelas negras de los grandes maestros: Raymond Chandler, Dashiell Hammett, Patricia Highsmith, James M. Cain, Ross McDonald, Manuel Vázquez Montalbán o Henning Mankell, por citar los que me vienen a la memoria.